PEQUEÑA REFLEXIÓN DE LA PRACTICA MÁGICA
PEQUEÑA REFLEXIÓN DE LA PRACTICA MÁGICA
-QUERER-
Si
lo deseas,
debes querer que suceda...
Así escribía Zeltia en un “meme”, hace bien poco, en el grupo de Facebook de “Wicca, la Religión Incomprendida” y eso me trajo a la memoria un hechizo que leí hace tiempo en “El Poder de la Tierra”, de Scott Cunningham.
Es tremendamente sencillo, con el
elemento agua. Estando en la orilla de un rio o arroyo, tomamos un
trozo de madera que flote, donde dibujamos un símbolo que represente
nuestro deseo (en este caso es un hechizo para curar la enfermedad),
lo cargamos y luego, lo dejamos ir corriente abajo, nos damos la
vuelta y nos alejamos sin mirar atrás (aquí lo he resumido, puedes
encontrar el hechizo completo en el libro arriba mencionado, Capítulo
8, Barco de Enfermedades)
La parte interesante (para mi) es ese
“no mires atrás”, que representa la confianza que tenemos en
nuestra magia, en que funcionará, porque si te giras, si dudas,
habrás fracasado.
Un hechizo requiere de varias cosas: el
deseo que debe convertirse en intención bien dirigida tras
meditarlo, el conocimiento para preparar la receta correctamente, el
atrevimiento necesario para poner en práctica todo lo anterior y el
silencio para evitar interferencias externas. Querer – Saber –
Atreverse – Callar.
Pero también hay otra cosa necesaria,
a menudo descuidada, la perseverancia. Ya hicimos el hechizo y nos
marchamos a casa, sin dudar de su eficacia, así que te olvidas hasta
que sucede. Gran error, compañer/a. No puedes dejar a su suerte el
hechizo, toda esa energía liberada y deseo que pusiste en él. Debes
recordar lo que hiciste y “esperar el desenlace” con absoluta
convicción, si de verdad quieres que se
cumpla ese deseo. Las energías se mueven para cumplir tu voluntad,
así que cuanta mayor cantidad de la misma pongas en ello, cuanta más
fe le dediques, mayor será la probabilidad de éxito.
Vacío Desencadenado.
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