EN SAMAÍN

Acojo las lluvias y puedo sentir tu regreso

en los suspiros del misterio,

donde se desvanece el velo

y el tiempo cae despacio,

todo se desmorona,

y nos desprendemos del momento,

del aquí, del ahora,

del espacio y el tiempo...

Es la espiral de lo eterno

rodeándonos de caos,

de un vórtice extraño

donde nada le precede ni le sigue.

Es la utopía que crea

el impacto de abrazar la verdad,

donde cabe todo el infinito.

Pocos pueden nombrarte,

abrir los ojos e inmolarse en tu latido,

muy pocos pueden escuchar tu voz

bajo las palabras vertidas.

Entre las sombras te reencuentro,

ante ti me descubro con templanza.

Lo imposible revolotea,

y los silencios mudos me miran

en turbulentas llamas.

Las Lunas están en movimiento,

y conservan la memoria

de todo lo que existe,

de todo lo que es.

Trepan hiedras inquietas por mis pies,

anclando mi cuerpo a la raíz,

y mi alma corre, desatada, libre.

ENMEIGADOS