SEMBRANDO LA SANGRE MENSTRUAL
SEMBRANDO LA SANGRE MENSTRUAL
La menstruación es parte de los ritmos fisiológicos de nuestra vida como mujeres.
Cuando menstruamos, toda esa energía vital contenida que es el óvulo se expulsa. Y es entonces cuando comienza el Tiempo de Luna (¡Qué bonito!, lo leí en el sitio de Kyria Mergareth y me encantó) Es momento de sembrar nuestra sangre menstrual, de conectar nuestra energía femenina con la tierra, de nutrirla y crear así un vínculo con ella.
Cita Kyria que: "Menstruar es la expresión sagrada de nuestra conexión con la Tierra, con la vida. Es un acto de entrega energética de la más alta vibración. Sale del cuerpo para agradecer la vida.
El útero guarda en su interior memorias de vida y de dolor. Guarda, renueva y se libera con cada ciclo. Nuestras creencias, sentimientos y pensamientos habitan en esa cueva interna.
El vientre con el pulsar uterino se conecta con el pulsar del corazón en nuestro pecho; juntos e integrados generan en el cinturón pélvico la recuperación de nuestra memoria más ancestral”.
Y es que en cada una de nosotras reside el poder de sanar y recuperar nuestro poder como mujeres, así como el poder para sanar nuestro linaje y las heridas y dogmas que traigamos en esa memoria ancestral expuesta más arriba.
En vez de tirar tu sangre cada mes puedes optar por ofrecerla a la tierra.
Cuando
ofrendamos nuestra
sangre estamos
realizando un
ritual de consciencia espiritual, por lo que antes de poder llevar
acabo nuestro
propio ritual es preciso deshacernos de tabúes arraigados, de ascos
e ideas nocivas
hacia nuestro cuerpo y nuestra sangre, que sólo bloquean la salida
de esa maravillosa energía y la aceptación natural hacia nuestro
hermoso cuerpo de mujer, hacia
nuestra poderosa sangre menstrual.
Como sabéis, nosotras en sí ya estamos conectadas con la tierra, y también entre nosotras. Al sembrar nuestra sangre, echamos en la tierra raíces fuertes y profundas, sanando nuestro linaje mitocondrial, es decir, las energías (de nuestra madre, nuestra abuela, nuestra bisabuela …) que llevamos dentro y que al nacer todas nuestras ancestras nos dejaron.
Como sabéis, nosotras en sí ya estamos conectadas con la tierra, y también entre nosotras. Al sembrar nuestra sangre, echamos en la tierra raíces fuertes y profundas, sanando nuestro linaje mitocondrial, es decir, las energías (de nuestra madre, nuestra abuela, nuestra bisabuela …) que llevamos dentro y que al nacer todas nuestras ancestras nos dejaron.
¿Cómo lo haremos?
Si usas compresas, o toallas
de algodón, déjalas a remojo en un recipiente con agua y luego usa
ese agua para regar tus plantas. Si usas la copa menstrual, con
vaciarla dentro de un recipiente es suficiente. Añádele un poco más
de agua y lista para sembrar.
Te
aconsejo que dispongas de un recipiente de barro o cristal, para recoger tu
menstruación,
el cual sólo usarás para este menester.
Si
optas por sembrar tu sangre realizando un ritual, puedes
adornar tu
cuenco de barro
con símbolos lunares, con runas o con los símbolos o dibujos que
prefieras.
Tu ritual es personal, puedes usar todos los utensilios que quieras.
En mi caso uso una foto de mi Diosa, hierbas para usar como sahumerio, pongo música, y por último el cuenco que tengo destinado a recoger mi sangre.
Tu ritual es personal, puedes usar todos los utensilios que quieras.
En mi caso uso una foto de mi Diosa, hierbas para usar como sahumerio, pongo música, y por último el cuenco que tengo destinado a recoger mi sangre.
Creo
mi espacio sagrado para este fin y la siembro de un modo muy sencillo
y personal.
Como
estoy en fase
de
menopausia,
mis sangrados
son
casi inexistentes
y muy especiales para mí, por lo tanto desde hace como un año y
algo,
voy despidiéndome de esta energía que pronto no tendré. Sin
tristeza, siendo consciente de que es un ciclo de vida más y
de la evolución y el cambio que mi cuerpo de mujer está
pasando.
Si vives en la ciudad y no tienes jardín puedes ofrecer tu sangre a tus plantas, ya sea un pequeño rincón del balcón, la galería del piso o una sola plantita de interior.
Si tienes la enorme suerte de vivir en un espacio amplio con jardín o en el campo, o incluso cerca de un bosque ofrece tu sangre a la naturaleza, directamente.
Recuerda que tu intuición es tu mejor aliada y sólo tú sabes lo que quieres liberar y lo que deseas en tu vida, al sembrar tu Luna.
Di lo que creas oportuno, lo que sientas.
Después no olvides agradecer, pues tu poder como mujer es grande.
Sembrar nuestra sangre es sanarnos y sanar la relación con nuestro linaje femenino, con nuestras ancestras.
Así nos reconciliamos con todas las mujeres que habitaron antes que nosotras esta tierra.
También dejaremos limpio de patrones incorrectos, el camino de nuestras hijas, nietas y futuras generaciones, libre de desinformación, libre de ideas nocivas y "sucias" en torno a nuestra sangre.
Seamos conscientes de su magia y de su poder.
Si vives en la ciudad y no tienes jardín puedes ofrecer tu sangre a tus plantas, ya sea un pequeño rincón del balcón, la galería del piso o una sola plantita de interior.
Si tienes la enorme suerte de vivir en un espacio amplio con jardín o en el campo, o incluso cerca de un bosque ofrece tu sangre a la naturaleza, directamente.
Recuerda que tu intuición es tu mejor aliada y sólo tú sabes lo que quieres liberar y lo que deseas en tu vida, al sembrar tu Luna.
Di lo que creas oportuno, lo que sientas.
Después no olvides agradecer, pues tu poder como mujer es grande.
Sembrar nuestra sangre es sanarnos y sanar la relación con nuestro linaje femenino, con nuestras ancestras.
Así nos reconciliamos con todas las mujeres que habitaron antes que nosotras esta tierra.
También dejaremos limpio de patrones incorrectos, el camino de nuestras hijas, nietas y futuras generaciones, libre de desinformación, libre de ideas nocivas y "sucias" en torno a nuestra sangre.
Seamos conscientes de su magia y de su poder.
Ana Teine 🦎
Me ha encantado leerlo, y además lo haré.
ResponderEliminarGracias a ti y a nuestra Madre
En los hombres no podemos hacer nada de eso entiendo lo de la mujer pero algo simbólico?
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