¿OYES LA LLAMADA?
Feliz Samhain a las que empezasteis ayer a celebrarlo con la luna llena.
Esta es mi reflexión sobre Samhain de anoche, os invito a que compartáis vuestro sentir de esta época.
¿Oyes la llamada?
Nos adentramos en la oscuridad. Cada gota de mi sangre se inquieta cuando el sol muere cada día en el horizonte. Los robles se despojan de sus hojas, liberándose de su carga, su savia baja hasta las raíces en la oscuridad y profundidad de la tierra, al igual que el roble yo me despojo del exceso de luz, del exceso de todo lo que arrastro y no me deja sumergirme en la reparadora y sanadora oscuridad.
Es momento de caer, de regocijarnos en el vientre de la tierra, donde solo el alma importa, donde miramos a la muerte, a la promesa de vida y al ciclo eterno a la cara. Los vientos del otoño soplan fríos, llevándose todo rastro de verano, trayendo las lluvias que empapan abundante y armoniosamente la tierra que se nutre para parir la última cosecha y entrar en el letargo del invierno.
Renazco en cada otoño, despierto en cada Samhaín, yo despierto en la muerte consciente de la tierra, camino con paso firme entre los mundos, con los pies helados y el corazón ardiendo. Las noches de otoño están llenas de espíritus, desde desencarnados a elementales, una brisa en mi oído, un roce en mi pelo, una voz perdida en el pasillo, un olor, un escalofrío y sé que están conmigo, mis sueños se convierten cada noche en contactos con mis ancestros, ellos me visitan, yo les escucho...solo queda la verdad cruda y desnuda en mí, ante mí, la libertad se viste de hojas caídas de los robles del bosque sagrado. No podemos evitar la oscuridad, no podemos temer a nuestra oscuridad, abraza a tu sombra y acepta que solo en ella encontrarás el nacimiento de todo lo que existe, de la verdad y la libertad. No olvides nunca que tu alma es eterna, salvaje y libre, no la encadenes.
Zeltía La Loba.Copyright©
*Imagen: La danse macabre de Camille Saint-Saens.
Esta es mi reflexión sobre Samhain de anoche, os invito a que compartáis vuestro sentir de esta época.
¿Oyes la llamada?
Nos adentramos en la oscuridad. Cada gota de mi sangre se inquieta cuando el sol muere cada día en el horizonte. Los robles se despojan de sus hojas, liberándose de su carga, su savia baja hasta las raíces en la oscuridad y profundidad de la tierra, al igual que el roble yo me despojo del exceso de luz, del exceso de todo lo que arrastro y no me deja sumergirme en la reparadora y sanadora oscuridad.
Es momento de caer, de regocijarnos en el vientre de la tierra, donde solo el alma importa, donde miramos a la muerte, a la promesa de vida y al ciclo eterno a la cara. Los vientos del otoño soplan fríos, llevándose todo rastro de verano, trayendo las lluvias que empapan abundante y armoniosamente la tierra que se nutre para parir la última cosecha y entrar en el letargo del invierno.
Renazco en cada otoño, despierto en cada Samhaín, yo despierto en la muerte consciente de la tierra, camino con paso firme entre los mundos, con los pies helados y el corazón ardiendo. Las noches de otoño están llenas de espíritus, desde desencarnados a elementales, una brisa en mi oído, un roce en mi pelo, una voz perdida en el pasillo, un olor, un escalofrío y sé que están conmigo, mis sueños se convierten cada noche en contactos con mis ancestros, ellos me visitan, yo les escucho...solo queda la verdad cruda y desnuda en mí, ante mí, la libertad se viste de hojas caídas de los robles del bosque sagrado. No podemos evitar la oscuridad, no podemos temer a nuestra oscuridad, abraza a tu sombra y acepta que solo en ella encontrarás el nacimiento de todo lo que existe, de la verdad y la libertad. No olvides nunca que tu alma es eterna, salvaje y libre, no la encadenes.
Zeltía La Loba.Copyright©
*Imagen: La danse macabre de Camille Saint-Saens.
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