REFLEXIÓN Y ENCANTO PARA SAMHAIN

El suceso más marcado de Samhain es el fin del año pagano, la finalización de la rueda anual y el comienzo de la nueva. Honramos a los muertos en el festival por excelencia de la muerte y el renacimiento y damos la bienvenida a la mitad oscura del año. Es un tiempo de transición, convirtiéndolo en un momento liminal, esto acentúa nuestras capacidades de poder ver con más facilidad otras realidades.
Es una época que marca el fin de las actividades exteriores para comenzar a vivir resguardados del frío en el interior. Amanece más tarde, anochece antes, pero la luz que falta en el exterior se enciende en nuestro interior y en nuestros hogares. Cómo es afuera es adentro, lo que refleja el mundo exterior donde todo busca refugio del frío, también sucede en nosotras, viajamos hacia nuestro interior para reconectarnos con nuestra esencia.
Samhain como portal hacia del inframundo, también es un momento óptimo para excavar profundamente en las cavernas de tu mente inconsciente, de explorar tu propia sombra. Si trabajas con tus ancestros puedes pedirles ayuda y guía, que te ayuden a iluminar esas zonas oscuras que quizás deberías conocer mejor.
En las últimas décadas, en el aspecto más espiritual, Samhain se ha vuelto algo más íntimo, un portal para dejar atrás heridas, dolor, cargas, apegos innecesarios, personas que nos dañan, incluso creencias y recuerdos, para sí dejar vía libre a todo lo nuevo que esta por llegar. Es el momento de dar disolución a todo aquello que no tiene futuro, o tiene un mal futuro para nosotros.
ENCANTO PARA DEJAR ENTERRAR LA TRISTEZA
La época de Samhain es buena para purgarte o dejar atrás todo lo que no quieras en tu vida y este encanto a mi me ha ayudado mucho.
Necesitas:
-Papel y pluma o bolígrafo para escribir.
-Sal, preferiblemente marina y gruesa.
-Un fuego, en su defecto unas cerillas.
-Un lugar con tierra yerma.
Primero debes tener muy claro que es lo que quieres dejar atrás, tener en tu mente la imagen nítida de lo que no quieres que continúe en tu vida. Ten un papel y una pluma preparados y escribe o dibuja lo que tienes en mente. Una vez hecho concentra en el papel todas esas emociones y sentimientos que quieres desechar y quémalo. Si no dispones de un fuego puedes quemarlo con cerillas o un carboncillo. Recoge las cenizas resultantes. Haz un hueco en la sal y entierra las cenizas en ella, mientras dices:
“En esta noche oscura de frío y huesos, te entierro para siempre, que tu lecho sea el olvido, la tierra tu purga, y el tiempo tu destructor. Así sea, así es y así será.”
Repítelo las veces que necesites. Los restos de este trabajo deben recogerse con guantes, o no con las manos por lo menos y enterrar la sal con cenizas incluidas en tierra yerma, es muy importante que sea tierra in-fértil.
Zeltía La Loba. Copyright©
*Imagen encontrada en la red.

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