BAÑO TERAPÉUTICO DE PIES O PEDILUVIO


BAÑO TERAPÉUTICO DE PIES O PEDILUVIO


Los pies son una parte de nuestro cuerpo muy importante y requieren más cuidados de los que muchas veces les damos. Porque soportan todo nuestro cuerpo y además porque tenemos la mala costumbre de llevarlos embutidos en zapatos crueles, subidos en tacones donde sufren, y soportando horas maratonianas de caminatas sin descanso para ellos.
Tampoco solemos tener en cuenta, al descalzarnos, cómo nuestros pies reposan sobre el suelo así que con frecuencia notamos nuestros pies y piernas doloridos, hinchados, en resumidas cuentas, agotados.
El baño de pies puede convertirse en un gran aliado para luchar contra varices, picores, hinchazón y otros malestares propios de una mala circulación a causa de nuestro trabajo, de estar demasiado tiempo de pie o sentad@s, de una mala postura al caminar, etc.
Paso a continuación a contaros en qué consiste:
El baño de pies o pediluvio es una antigua práctica relajante y medicinal que ya hacían nuestros ancestros, y que ha ido pasando de generación en generación hasta nuestros días. 
Consiste en sumergir los pies en una tinaja o barreño de agua caliente o fría, dependiendo del caso (a veces también pondremos sal al agua), a la cual le añadiremos diferentes hierbas o aceites esenciales, dependiendo del beneficio que queramos aportarle a nuestros pies.

Preparación:
- Para la circulación: es preferible que los baños de pies para la circulación se realicen con agua fría o, si no podemos soportarla, con agua templada pero es aconsejable que sea lo más fría que pueda soportar nuestro cuerpo. 
Añadiremos una infusión o esencia de plantas que estimulan la circulación como son la Centella asiática, Aquilea, Romero, Ortiga, Gingo biloba o Castaño de Indias (1 litro de agua con 5 puñados de plantas para que esté bien concentrado, hervimos unos 20 minutos, colamos y nos lo llevamos a nuestro baño). Una vez listo el concentrado, y frío lo añadimos al agua del pediluvio y mantendremos los pies sumergidos en ese barreño todo el tiempo que sea posible. Al final secamos bien los pies, y masajeamos con algún ungüento o aceite esencial que podríamos elaborar con las mismas plantas indicadas, y después nos colocamos unos calcetines cómodos y trataremos de poner los pies en alto todo el tiempo que sea posible.
-Para el dolor de pies: Este caso es para cuando hemos estado mucho tiempo andando con zapatos que nos han hecho mucho daño y también para pies que tienen rozaduras, heridas por culpa de un calzado nuevo, etc. En esta ocasión utilizaremos agua templada y y añadiremos una infusión o concentrado de plantas que sean antiinflamatorias como Romero, Jengibre, Harpagofito etc. Este baño también sirve para aquellas personas que tienen dolor de pies por cuestiones óseas como, artrosis, artritis reumatóide, y fibromialgia, etc., porque son calmantes y alivian considerablemente.
-Baño de pies de mi madre (y seguro que de las vuestras también): Este baño se suele utilizar para relajarse al final del día, pues alivia el dolor de nuestros pies, tras una dura jornada. Nos ayuda además a eliminar toxinas y sobretodo a dormir plácidamente. En este caso, pondremos el agua bastante caliente, añadiendo mucha sal gorda (un buen puñado). Introduciremos los pies con mucho cuidado de no quemarnos y los dejaremos todo el tiempo que el agua se mantenga caliente. Sentémonos cómod@s con los pies a remojo. Pasado el tiempo y fría el agua, nos secaremos bien.
Podremos entonces terminar con un masaje para irnos a dormir aun más relajad@s. Para ello, usaremos aceite esencial de plantas como tila, lavanda o valeriana. sólo diluidas unas gotitas en nuestra crema corporal favorita o directamente en nuestra piel (recuerda que al estar muy concentrado, con dos o tres gotitas es suficiente) Mima tus pies con un masaje o si es posible, que alguien te lo de. Es un placer que a tod@s nos gusta.


Usos Mágicos:
Nuestros pies también pueden necesitar que hagamos una descarga importante de energía nociva, de modo específico. Para esto, el baño de pies va genial.
Aquí jugamos con las hierbas que más nos gusten y usemos en estos casos, como son la Ruda, el Romero, o incluso el Agua Florida, y siempre añadiendo un buen puñado de sal.
Visualizaremos y sentiremos cómo las hierbas (o aceites esenciales) nos aportan su limpieza y su protección. Y cómo la negatividad sale por nuestros pies, para quedarse al fondo del barreño.
Después desechamos ese agua por el inodoro.

Ana Teine.


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