RECIBIR ENERGIA LUNAR Y SOLAR
Os cuento un trabajo para recibir ambas energías para vigorizarte, equilibrarte y reconectarte. Se ha de realizar durante la luna llena, que por cierto es mañana. Lo ideal es hacerlo al aire libre, en plena naturaleza y descalz@s, pero si no es posible, busca un lugar donde poder ver bien la luna y el sol.
Con la Luna:
La noche del plenilunio toma un baño de descarga, relájate, ponte ropa cómoda y disponte a trabajar descalz@. Prepara un quemador con sándalo o jazmín secos, y si no es posible en incienso. Respira profundamente mientras sientes como dejas fluir hacia abajo todo lo que te perturba o te distrae en ese momento. Frota vigorosamente las palmas de tus manos, una con la otra, levanta tus brazos hacia la luna mirándola fijamente. Ahora pronuncia las siguientes palabras:
“Madre Luna (aquí puedes nombrar a tu deidad lunar de cabecera, si la tuvieras), Dama de la noche, te pido que me envíes tu magia, alimenta mi ser con tu savia. Así sea.”
Siente como su energía penetra por la punta de tus dedos para bajar por todo tu cuerpo, hasta conectarte con la tierra, siente como pasa a través de ti llenándote con su luz, limpiando y cargando cada rincón de tu ser. Sentirás como la Luna te está dando su increíble poder. Cuando sientas que es el momento, baja tus brazos y agradece lo recibido.
Con el Sol:
Al día siguiente de recibir los rayos lunares, prepárate para recibir la energía solar y completar el trabajo. Realízalo hacia mediodía. Como anoche, ropa cómoda y descalz@. Ten preparado un quemador para quemar laurel seco. Una vez hecha la relajación y con el laurel quemando, frota de nuevo vigorosamente las palmas de tus manos y alza tus brazos hacia el sol, cuidado con los ojos por favor. Ahora dí:
“Padre Sol, (aquí puedes nombrar a tu deidad solar de cabecera, si la tuvieras), Señor del Cielo, irradia tu magia de fuego sobre mí, despierta mis consciencias. Así sea.”
Siente todo su calor en tu rostro, como su energía penetra por la punta de tus dedos y baja por tus brazos para iluminar y cargar todo tu ser, siente como sigue fluyendo para adentrarse en la tierra y conectarte con ella. Notarás como el Sol acaba de recargarte como a una pila. Agradece el regalo.
Ahora siéntate sobre la tierra, o en su defecto sobre el suelo, con las palmas de tus manos sobre el pecho, respira profundamente, siente como tus energías estás renovadas y equilibradas. Concéntrate, cierra los ojos, tu percepción ahora esta mas aguda. Ahora coloca tus manos brazos en cruz, con las palmas de las manos hacia izquierda y hacia derecha respectivamente, siente lo que te rodea y di en voz alta:
“Por la Luna fría y el ardiente Sol, por la Tierra, el Viento, las Llamas y el Mar, danzo en perfecta comunión. ¡Así sea!”
Zeltía La Loba.
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